El Circuito Cerrado, mejor conocido como cámaras de seguridad, es un sistema donde se capturan imágenes y a veces sonido que son transmitidas en tiempo real hacia el centro de seguridad, donde personal capacitado se encuentra en constante monitoreo.
La colocación de las cámaras debe ser estrictamente estratégica y no solamente se deben contemplar los accesos en la puerta principal, también se pueden ubicar en entradas interiores, áreas de trabajo, patios traseros, estacionamientos y los lugares menos transitados que se pueden considerar “puntos ciegos” para los guardias de seguridad.
Desde luego, la clave para un uso eficiente de este sistema es la resolución o calidad de la imagen, pues muchas veces se recurre a servicios baratos de baja calidad que aunque se capte un robo, por ejemplo, es imposible visualizar los rostros de los intrusos.
Además, hay evidencia de que las cámaras de seguridad también tienen un efecto psicológico en los criminales, pues ejercen una presión de sentirse observados, causando que muchas veces se abstengan.
Lo que una CCTV puede ofrecer para la seguridad empresarial
- Monitoreo las 42 horas
Con este servicio se puede observar todas las áreas de un edificio, fábrica, almacén u otras locaciones del sector industrial, todo en tiempo real y en constante observación por profesionales capaces que no solo pueden identificar el peligro cuando sucede, también es capaz de anticiparse.
- Supervisión integral
El personal que supervisa las imágenes del circuito cerrado está altamente capacitado para saber actual de acuerdo a protocolos y planes, siempre tomando en cuenta las políticas de seguridad de la empresa.
- Comunicación con un sistema de alarmas
Las cámaras de vigilancia no siempre actúan solas, también pueden trabajar en conjunto con otros servicios como el sistema de alarmas de la empresa.
Al ubicar la fuente de la alarma, el centro de monitoreo puede captar lo que está ocurriendo rápidamente a través del circuito cerrado, y desde ahí, tomar acciones como advertir al personal de seguridad.
Incluso cuando no hay nadie en las instalaciones, gracias a este sistema, siempre habrá alguien vigilante de las situaciones, llamando inmediatamente al cliente, a las autoridades públicas e incluso a la unidad móvil de seguridad de la empresa si cuenta con una.
4. Grabación de los eventos
A veces los crímenes y accidentes no pueden ser impedidos por la rapidez con las que suceden, y en esos casos lo más conveniente es contar con evidencia que pueda ser proporcionada a las autoridades.
El sistema de circuito cerrado también puede grabar las imágenes captadas, y de contar con cámaras de buena calidad, puede funcionar como pruebas y evidencia suficiente para levantar una denuncia ante las autoridades locales.
Contar con un buen servicio de seguridad empresarial con equipo de alta calidad es ideal para no tirar dinero a la basura con cámaras que captura imágenes borrosas o que se descomponen fácilmente especialmente si se ubican en la intemperie.
Un asesor de seguridad puede ayudar a brindar toda la información necesaria para satisfacer las necesidades propias de cada empresa.